Era primer año, había chicos que venían de primaria y otros que entraron ese año. Como era costumbre se realizaban viajes de estudio. Ese año fue un campamento.
Primero fueron los varones, y luego las chicas.
En el campamento, al llegar, se debían armar las carpas; luego, se juntaron ramas para el fogón de la noche. Se cantaban canciones, y por supuesto, se hacían muchísimos juegos.
Los equipos estaban divididos por colores. Uno de los juegos era la búsqueda del tesoro, un juego nocturno. Antes de empezar el juego, las coordinadoras contaron un cuento de terror, algo que había sucedido en ese lugar. Luego empezó la búsqueda; al ser de noche, el mínimo ruido te asustaba. Lo que debías hacer en el juego era averiguar quién había asesinado al dueño de ese lugar, interrogar a los personajes de la historia. Claramente eran las coordinadoras. Todas las chicas corrían por el bosque, a veces en grupo, a los gritos. El juego terminó con un equipo ganador, se anotaron los puntos. Dado que era una competencia, al finalizar el campamento iban a dar un premio al equipo ganador.
Algunas se quedaron jugando; otras se fueron a dormir.